miércoles, 11 de febrero de 2015

Circle of Indifference - Shadows Of Light


Año: 2014
Sello: Independiente/Autoproducido
País de origen: Suecia

Siempre hay posibilidades de evolucionar dentro de un género, sea cual sea este género. Siempre hay posibilidades de hacer algo diferente, sin que ello implique alejarse plenamente del estilo que se pretende practicar. Circle of Indifference es una prueba cabal de ello, aun sin ser una maravilla, sin siquiera ser una banda revolucionaria. Simplemente se limitan a demostrar que ahí nomas, al alcance de la mano, hay elementos que parecen pequeños, pero que pueden ser útiles para darle una vuelta de tuerca a un estilo como el Melodic Death, un subgénero que estaba agonizando desde hace un tiempo por culpa de la innecesaria manía de la mayoría de las bandas de repetirse hasta el hartazgo. Dije banda? En realidad debería decir one man band, pues Circle of Indifference es Dagfinn Øvstrud, responsable de todos los instrumentos, líricas y composición en general, quien cuenta con la colaboración de Brandon L. Polaris en las voces, más invitados como Tyler Teeple, quien se hace cargo de la guitarra líder, y Nikky Money aportando su voz en el track 8. Pero la banda en sí, el espíritu y el cuyerpo, la mente creadora y el cuerpo ejecutor, llevan el nombre del hombre que nombré unos renglones más arriba. Él (Dagfinn Øvstrud) es el responsable de mis medidos elogios, los que nacen de lo siguiente: los solos de guitarra no son ni melosos (o sea, no son excesivamente melódicos), ni son vulgares exhibiciones de talento estéril, ni están hechos por compromiso (es decir que no ocupan un lugar al vicio con el propósito de meter solos por el simple hecho de hacerlo), ni suenan a copias de los punteos de In Flames, At The Gates o Dark Tranquillity. Extraña, pero inteligentemente, los solos me recuerdan al buen gusto que tiene por la melodía Joe Satriani, aportando de esta manera variantes necesarias e interesantes, sobre todo lo primero. En la faz compositiva también surgen argumentos con aires renovadores, pues Dagfinn se pasea por todas las variantes que el género permite, pero dándose el gusto de tomar cosas de otros género y subgéneros, insertándolas en el lugar exacto, y acertando en varios momentos. Canciones como "Alone", la que da nombre al disco y "Evil" son esos momentos álgidos, en donde la creatividad del sueco emerge en su mayor esplendor, sin deslumbrar, pero dejando en claro que lo suyo va en serio, y que su talento es la clave. Hay algunos puntos flojos, y he allí el motivo por el cual "Shadows of Light" no es un gran disco. La canción que cuenta con Nikky Money como invitada ("Darkness") es lo más flojo del disco, y la canción que le sigue, "Another Day in Paradise", tiene un coro bastante infantil, además de fallar en su intento de ser grandilocuente. Mas son detalle menores que no empañan el resultado final, el cual es ampliamente favorable a Dagfinn y su primera obra bajo el nombre de Circle Of Indifference. Tampoco es que haya creado el disco que va a cambiar mi manera de ver (y escuchar) el estilo, pero al menos no cayó en la trampa de copiar descaradamente a los popes del estilo, ni apostó a repetir incansablemente los clichés habituales de un género que se convirtió en un cliché en sí mismo. Acaso eso no es digno de elogio?

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